36. ARCO

Pensábamos en una lámpara que proyectase la luz sobre la mesa: de estas había ya unas cuantas, pero era preciso dar un giro de tuerca. Para que dejase espacio alrededor de la mesa, la base tenía que estar por lo menos dos metros alejada. Así nació la idea de Arco: Después estaba el problema del contrapeso: era preciso una masa de peso que sujetase todo el conjunto.  En un primer momento, nuestros pensamientos se centraron en el cemento, pero después optamos por el mármol porque, a igual peso, se conseguía un obstáculo menor y, por lo tanto, con relación a un mejor acabado, un coste inferior. En la lámpara Arco no hay nada decorativo: incluso las esquinas redondeadas de la base cumplen una función: la de no golpearnos. El orificio tampoco responde a una fantasía, sino que permite elevar la base con mayor facilidad.

Terminaciones:

  • Plata
  • Cromo

 

  1. ARCO